¿La capa de Superman? ¿Mantequilla de maní incrustada en la bufanda? ¿Remera de mono? ¿Pijamas de vaqueros? ¿Zapatillas de rubí? Los niños tienen sus opiniones, sobre qué hacer, qué comer y qué usar (y volver a usar).
Y, a menos que tengas una cena formal con los parientes políticos, probablemente sea mejor seguir la corriente.
Querer usar lo mismo una y otra vez se trata de que un niño pequeño desee mantener la regularidad y el control. El mundo es un lugar grande, aterrador y cambiante, y los niños pequeños parecen sentirse tranquilos con la repetición, ya sea que usen la misma camisa todos los días, canten la misma canción todas las noches o vean el mismo DVD una y otra vez (y más).
Aquí hay cuatro consejos rápidos para que tu pequeño afirme un poco su independencia y aun así se mantenga aseado.
Mirada a hurtadillas del súper secreto del lavado tarde por la noche
Después del baño, ponle a tu hijo la ropa con la que también está obsesionado para ir a dormir. Si tu hijo está tan encariñado que insiste en aferrarse a algún elemento extremadamente sucio toda la noche, espera a que esté profundamente dormido (por lo menos 15 minutos) antes de intentar quitárselo para lavarlo rápidamente por la noche. Aunque sólo lo laves con rapidez, eso puede mantenerlo limpio (o cuasi-limpio) hasta el día de lavado. O, si es un elemento de tela, ¿por qué no permitir que tu hijo lo lave en el baño con él y luego lo cuelgue para que se seque durante la noche? (Sugerencia: no intentes hacer esto con los animales de peluche.)
Involúcralo en el equipo de la limpieza
Otra manera de persuadir a tu hijo para que entregue su Monkey T para lavar es dejarlo participar en el proceso. A los bebés les fascinan los grandes lavarropas de metal con todos sus ruidos y sus botones. Permítele que ponga el elemento en el lavarropas y que apriete el botón para arrancarlo. Si tu hijo llora por Monkey T, puedes explicarle que Monkey T se está bañando. Incluso puedes distraerlo convirtiendo toda la experiencia en la historia de la divertida aventura de Monkey T en las olas del lavarropas.
Realiza compras dobles
Si la obsesión de tu hijo es duradera y si puedes hacerlo, compra un doble de su elemento favorito. En ocasiones no habrá problemas para hacerlos cambiar entre los dos. Y tendrás un poco más de tiempo para mantener por lo menos uno de ellos limpio.
Y finalmente: espera que pase
Sí, puede ser molesto que tu hijo olvide el único gorro que quiere usar en la guardería durante el fin de semana y hay una tormenta de nieve, o si quiere ponerse una remera demasiado chica y manchada con chocolatada para el casamiento de la abuela. Pero recuerda, como todo en la paternidad, esta etapa también pasará. Porque, admitámoslo, además se ve bastante tierno. Así que sácale muchas fotos. Un día, cuando le ofrezcas ese tutú, te mirará como si estuvieras loca. Y es posible que hasta te sientas un poquitito triste de que haya avanzado.